miércoles, 9 de mayo de 2012

LA PEDAGOGIA TRANSFORMADORA : VICTORIA SUBIRANA, "VICKI SHERPA",  LA MEJOR PROFESORA DEL MUNDO, UNA DOCENTE ESPAÑOLA EN KATMANDÚ.


La Pedagogía transformadora tiene en el cerebro el eje fundamental del aprendizaje, ya que de él depende el desarrollo de la memoria, concentración, equilibrio, razonamiento, comprensión, percepción de los sentidos, la capacidad de relacionarse con el medio y con las personas, etc.

Por otro lado, en cuanto a su aplicación, la Pedagogía transformadora considera como proceso la adquisición de la madurez mental  y la mente como tal una asignatura más. Por tanto, es eje fundamental el trabajo del respeto del individuo, las disciplinas, los valores, las virtudes, equiparándolas a cualquier otra asignatura curricular.

Este método, lo lleva aplicando Victoria Subirana desde hace más de veinte años en las escuelas públicas de la región de Nepal Gunj, aunque bien es cierto que Vicki Sherpa ha sufrido el abuso de ciertas "manos sucias nepalíes" que han sustraído de la limpia gestión de Victoria dos de sus escuelas públicas y han pasado a manos privadas para enriquecimiento de unos pocos, según ella misma ha expresado el pasado sábado 24 de  marzo de 2012 en unas declaraciones de la maestra Subirana en la emisora de radio Onda Cero.


En el mes de septiembre de 2012 saldrá a la venta el 2º libro de Victoria Subirana.

Y como dice el refrán, que una imagen vale más que mil palabras, las imágenes a continuación lo dicen todo:















El día 4 de noviembre de 2010, en la embajada de España en Nueva Delhi, India, tuvo lugar la entrega del premio a Vicki Subirana, quizás uno de los más relevantes de los que ya tiene en su haber la fundadora de Eduqual.  


Vicki Subirana, tiene, además, el  premio TONETTI por su labor humanitaria, el premio a los Valores de Convivencia, el premio al “Comportamiento Humano”, así como otros galardones, tanto nacionales como en el  ámbito internacional.


La maestra de maestros nació en Ripoll, Barcelona en 1959 y comenzó en 1988 un viaje  hacia Nepal, del que salió transformada en Vicky Sherpa, un nombre que en la zona del Everest se asocia con los niños de las castas marginadas. Madam Vicky, como la llaman los nepalíes, construyó durante 12 años dos escuelas infantiles y dos para adultos, que escolarizan alrededor de 1.200 alumnos; encontró un gran amor en un matrimonio de conveniencia que le cambió el apellido y le permitió quedarse en Nepal. Finalmente, no    todo fue un camino de rosas, pero tuvo sus cosas maravillosas como ella ha relatado en alguna que otra entrevista. Superó innumerables dificultades y descubrió 'que nadie tiene la verdad, por eso me dejo llevar por la vida con los ojos muy abiertos. Cuando no entiendo a alguien por mi mente intento comprenderlo desde el fondo de mi corazón'. Vicky Serpa en su libro "Una maestra en Katmandú", reconstruye sus vivencias en Nepal. Un libro sumamente recomendable no sólo a todo aquel que amamos nuestra profesión sino a todo amante de la lectura.


A continuación, reproduzco la entrevista-almuerzo publicada por el diario "El País y realizada por INMACULADA DE LA FUENTE" , sumamente interesante:


"Llega envuelta en un largo chal que armoniza con el marco oriental del restaurante. Vicki Subirana conoce ya la carta y delega en su interlocutora la elección del menú. "Me gusta todo", concede. Cuando llegan los entrantes (samosas, rollitos de langostinos, ensalada devermicelli etcétera), la conversación gira sobre dos líneas que se cruzan; su aventura biográfica y su método educativo, la llamada pedagogía transformadora. Un método probado en Nepal, adonde Subirana llegó para quedarse hace 20 años. Aunque no llegó de golpe. Hubo tres viajes previos y un tiempo de decisión y de metamorfosis.
En el primer viaje quería conocer a los refugiados tibetanos. "Sentía empatía hacia ellos por el genocidio sufrido", evoca. Entonces era maestra de párvulos en Ripoll (Girona), el lugar en el que nació hace 51 años. Y viajaba a Italia o Estados Unidos para formarse como pedagoga. En Nepal entró en crisis. "Decidí que lo mío era establecer escuelas". Ahora Iciar Bollaín dirige una película inspirada en su vida, Canción de Katmandú. Y ella misma escribirá la continuación de su biografía Una maestra en Katmandú, que Aguilar reeditará en unos meses.

Bebe cerveza y envuelve con soltura el pollo en las hojas de
 pandan al servirse. "El director de la escuela de niños refugiados me ayudó a montar un parvulario", relata. "Eran refugiados, lo que llamaban la escoria", dice. Pero no conocía sus costumbres y fracasó. "No me había preparado para la derrota ni lo desconocido", revela. Puso en pie entonces una pedagogía más activa que les permitiera aprender sin sufrir. "Me daba miedo europeizarlos y que cometieran nuestros errores, o dejarles en la incultura y que no tuvieran oportunidades". Aquellos niños estaban entrenados en el sometimiento y se les negaba la opción de soñar, dice. "Tenían que acabar con los tres no: 'No puedo, no debo, no merezco...". Para difundir sus ideas creó Eduqual (en sus inicios Amigos de Vicki Sherpa).Tiene una vida de novela. Mientras corría alrededor del Monkey Temple -un ejercicio que practica allá donde va-, descubrió que su sitio estaba allí. "Apenas había ONG y luché sola contra una realidad que defendía otros valores", evoca. Su madre le recomendó que fuera al psiquiatra. "Yo aposté por mi felicidad", sostiene.
Ahora el Gobierno de Nepal le ha encargado llevar su método a la escuela pública. El proyecto (en el que colabora España) consiste en formar primero a maestros españoles que, en una segunda fase, impartirán la pedagogía a docentes y niños nepalíes durante un tiempo. Subirana está en Madrid por esta razón, pero irá pronto a Nepal para ver a sus dos hijos adolescentes. "Me necesitan", dice.
Al final confiesa que le ha gustado que hubiera gambas. En Nepal el pescado es de importación y escasea. "En educación todo está obsoleto. Los contenidos son de hace 40 años y la mente del niño actual es científica y tecnológica: todo te lo cuestiona. El aprendizaje exige que la mente esté enfocada a algo", señala. Es esencial que el niño sepa cómo funciona su mente. Después de cada clase es útil preguntarle: "¿Cuánto rato has prestado atención? ¿Qué te ha distraído? ¿Qué has aprendido? Sobre el concepto. Sobre ti. ¿Cómo lo aprenderás (si no lo ha hecho)?". Son estrategias que, repetidas, llevan a la madurez."





Por otro lado, la fantástica directora de cine Icíar Bollaín ha hecho posible la realización de la película KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO, de toque claramente biográfico, en la que Laia es una joven maestra de Barcelona que se ha ido a vivir a la capital de Nepal, Katmandú, para ser maestra en una escuela local infantil. A costa de sacrificio personal, Laia emprenderá un camino para intentar corregir las graves carencias presentes y acercar la educación a un sector de niños de la sociedad que no la recibe precisamente bien.
Inspirada en unos hechos reales y transformando por su parte, como ocurre en todo hecho biográfico que intenta ser llevado al cine tal y como advierte inicialmente la película, la directora se adentra en un mundo que desde fuera se ve como algo exóticamente turístico y que deja ver al desnudo todas sus precariedades y miserias. Un personaje externo a esta realidad, como es la profesora protagonista de la película, intenta no sólo aportar una ayuda personal a algo tan triste como es la falta de educación infantil y cuya carencia limita completamente sus posibilidades cuando son adultos, sino que esta maestra acaba intentando cambiar el resultado de las propias tradiciones que marcan el funcionamiento de la sociedad nepalí , superficial y egoísta, y el inculcar en los niñ@as una serie de valores importados y que considera fundamentales a la hora del desarrollo personal del individuo.
Objetivamente se puede observar que muchas de sus tradiciones han tenido como consecuencia una desigualdad extrema culminando en situaciones de pobreza de un amplio grupo de la población.
Esta transformación progresiva y coherente, aunque algo obvia, es uno de los elementos más interesantes del filme. A pesar de haber empleado las situaciones que la marcan y los personajes secundarios que las sufren de una forma superficial , como son un monje budista, un marido de conveniencia, una amiga embarazada y una niña esclava sexual, el efecto que tienen en el personaje interpretado por Verónica Echegi no lo es, con una interpretación estupenda.
De que lo no hay duda es que Icíar Bollaín es una de las realizadoras españolas más destacadas y en "Katmandú, un espejo en el cielo" es palpable el buen trato que sabe dar a sus protagonistas. Es una directora que no aplica golpes de efecto fáciles y sabe narrar su guión como su fuera un observador que tiene el punto de vista más adecuado. Con inteligencia, los momentos que muestra la belleza de Nepal, los rituales y otras secuencias de la realidad del país, la directora apuesta por un estilo casi documental mientras que sabe aproximarse a su personaje central cuando es pertinente y oportuno. 
Las dificultades durante el rodaje, han sido innumerables, según cuenta la propia Vicki Sherpa en alguna entrevista, hasta tal punto, que al propio realizador de la película le fue cortado un dedo en el intento de realización de una escena.






Nutrida información sobre la vida, trayectoria, proyectos y cursos de Victoria Subirana, se puede encontrar en la página de la Fundación de Victoria www.eduqual.wordpress.com, con entrevistas, comunicados, seguimientos de proyectos, etc, que recomiendo consultar.




Esta entrevista, que yo misma escuché en directo y que recomiendo reproducir desde la página anteriormente recomendada, nos da una idea de lo mucho que ha luchado Vicki a lo largo de estos años y lo que seguirá haciendo y que tantas y tantas personas admiramos en ella.



Dejo un video, cuando menos, conmovedor...












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